domingo, 16 de noviembre de 2008

Las Variantes de la Bestia (cont.)

Segunda Visión: Concesiones

I
Recuerdo que una sombra me dio una vez un libro negro, cruel y homicida, ame sus letras y sus líneas de tinta hecha con sangre de vírgenes y deformes suicidas, allí encontré un pasaje similar a aquella ocasión que ahora recuerdo, como un homenaje a ese primordial libro…


Recorriendo los eriales astrales de nuestra perdición, añorando su funesta desolación, disfrutando de gramática depravación, devorando su onírico ser; así me hallaba un anteayer cuando escuche a tres arpías cantar con ideal melancolía, una extraña melodía:

“Por que tres veces tres no es igual a 666
y tres por tres no es igual que sumarle seis.
Por que valor mas virtud no es igual a tres
Y dos veces tres no es igual a decir 33”

- ¡Valido seria aspirar a tal sapiencia!- les dije, más las arpías desdeñaban mi presencia, así que decidí entonar un canto que forje en la ingenuidad de mí ahora lejana juventud:

“Cierzo, ve y de las oscuras aguas del leteo,
trae el que a de ser el único consuelo
de estas penosas y tristes criaturas,
su única esperanza,
una amarga ilusión,
velo de lo etéreo:
Agridulce Nepente
que Eros ciego vertió
más, condenados están,
solo un espejismo será,
un intangible suspiro,
hechizo ausente,
invocación presente.
Solo eso será:
¡Maldición!
Tristes criaturas
beberán el nepente
y han de olvidar,
olvidar y creer
aunque solo sea por un breve instante.”

Ahora las arpías rugían con la risa de la demencial concordia que proviene de la mismísima sombra y de la podrida semilla, pronto comenzaron a volar alrededor mío, sus alas de negras plumas rozaron mi rostro y le laceraron dolorosamente, pero entonces tome a una por el cuello y en sus labios de verde esmeralda implante un cruel beso, ante esto, ella y sus hermanas gimieron como lo hacen las tiernas doncellas al ser desfloradas. Entonces reemprendieron su vuelo, pero ahora iban con cara amorosa y se iban acercando entre si y a cada encuentro le seguía un dulce coqueteo, sentí la lidivinosa ambición apoderándose de las tres, ¡ah que portentosa fuerza se fue desplegando entre sus alas y mi cuello!
Emprendí el camino a una colina hecha de culebras amarillas y cráneos desgarrados, y ya en su sangrante cima grite los nombres de las tres danzantes: Desolación, Inmundicia e Ironía.
Planearon hasta donde mi voz las convoco, descendieron dándose mordiscos en los carnosos cuellos, en los suaves pero firmes senos, El velo de la fornicación cubrió las cuatro sombras sobre de la colina; disfrute dominando sus deseos, Les ame cuando me arrebataron los harapos que llevaba, cuando sentí sus colmillos clavarse en mis brazos, sus uñas rasgando las cicatrices de mi espalda, y sus lenguas quemando mi boca al tomarlas de las caderas con furiosa voluntad, las lunas muertas surcaron los cielos mientras que, desde sus muslos gimoteaban una y otra vez. Mientras sus brazos me dilataban el torso y sus alas se abrían y cerraban al compás de sus extáticos suspiros. Y vi los escorzos de sus cuerpos, mientras sus ojos me suplicaban con inmundos gorgoteos. La masa de carne y sangre que formamos siguió convulsionando todavía un buen tiempo...

Hasta que con un grito, que fue mas una percusión, los cuatro sellamos el pacto, desde entonces, ellas son mis mensajeras y yo su profeta. Yo les di una arenga un punzón y un credo; ellas me dieron un manto rojo, sobre el cual colocaron un jubón de negra piel y en mi cabeza un turbante negro, mis pies calzaron con unas botas del color de las noches, me despedí de ellas con un dulce regalo: otro canto, pero que ahora no es pertinente recordar, es para otros tiempos, tiempos de despedidas y promesas, por ahora, básteme el decir que las hermanas arpías remontaron el vuelo desde la colina ahora blanca, morada y aun mas sangrante en su cima, pero antes de dirigirse a los rincones ocultos del firmamento, desde su vuelo, me regalaron un destral y al unísono dijeron:-Para cuando nos llegue la hora del reencuentro.

-Que así sea.- Les conteste antes de emprender mi camino hacia la costa hacia donde Apolo se repliega cada noche; ya sobre la senda, vi las tres formas aladas dirigirse cada quien a un plano del desfasado infinito.

Pero aun no llega la hora del reencuentro.

II
¡Que sucede ahora?
-La luz gotea del techo
la luna emana del cielo.
Deformes niños cantan
Y giran sobre si-
¿Que cantan?
-La verdad sangra,
la carne se funde en el vacío
El dolor se enmaraña
al triste encino
El nepente trae olvido
y el cierzo trae consigo
la memoria enfebrecida
que se debilita en agonía-
¿Que vez?
Veo el Olvido en
rostros hendidos
y lugares del pasado
risas de agonía
gritos de lujuria
incansables ironías
Lagrimas enlutadas
Hojas que cayendo,
susurran desconcierto
y pasto creciendo
en toxicas mareas
Aguanieve en el cielo
Y ríos aun rugiendo-
¡Adonde van?
-A terminar con mí sueño-

III
Glorioso atardecer, tormentoso amanecer, una sucesión de luces e infinitos que aclarado van deslavando la escénica de un sueño inherente a mi condición inhumana; deseo y desdicha en una fundición de hierro, estaño y cobre, donde los gusanos palpitan entre los muros de mis vicios. Siento los herrumbrosos grilletes de la realidad esgrimida por Euclides cerrarse primero, para después exhalar y derrumbarse en un alud de fantásticos delirios, de multicolores formas, de cuerpos de infinitas y perfectas aristas, que al desvanecerse me van dejando veladuras, sobras, rincones de espesa materia, una red negra, viscosa: todo esto es, el artificio de la muerte.

¿Cual será la verdad?

Ya la gravedad se aleja dejando solo la traquea de un delfín negro…

…¡la fiebre, la fiebre!...

IV
Estaba fría madre forjada de plata y estaño, llorando ante la visión del suplicio, del tormento y de la crueldad humana; ante esto, solo una lágrima derramo, y a esta triste gota de rocío divino se le dio nombre: Piedad.

V

La hojarasca seca y muerta que piso ahora, son los restos de existencias tardías, inconclusas e inútiles:

podría ser de la tuya...
quizás también de la mía…

Negros ojos de ratas;
La parsimonia es tan común estos días, la belleza es tan escasa, la ignominia; generalizada
Un canuto para muchos es la respuesta, para otros un gran vaso repleto, para mi su asesinato.

Un ruego que se funde en el cerebro de mi otrora raza
La hojas van cayendo entonces, y en el aire van danzando al compás de tus suplicas y de mi risa. Un camino infinito se muestra ante nuestros ojos, una senda roja y ocre, en la que el viento transita entre los robles azules de las enajenadas almas

Y noto entonces, que son negras mis huellas, como la sombra que nos sigue

las hojas siguen cayendo…

Una menuda y bella joven una vez me dijo -¿que sientes?- si no se lo hubiese dicho, ella aun seguiría riendo, ahora solo es un triste recuero, una sanguijuela que se adhiere a mis suspiros…

…tristes son los recovecos de un suspiro, y funestas sus divagaciones…

-¿Que un suspiro?-

Negras risas de ratas

Los guturales cánticos de mis musas, la chispeante verdad que yace tras nuestros símbolos

Recuerdo que una vez fotografiaste a las Gorgonas que nos miraban a los ojos y pintaste la risa de la demencia

Sollozos…

Suspiros …

Los suspiros son los senos que dibujaron mis manos,
los senos que desdibujaron mis labios.

Las hojas siguen cayendo…

Y fumaste mil canutos,
pero no fumaste mis cánticos

las hojas siguen cayendo, con la risa, el suspiro y la belleza de un asesinato

…de tu asesinato.

Una hoja solitaria que aun se desliza hacia el infinito.

Un crimen que mis manos quisieron repetir, y que mis ojos quisieron recordar, tu sexo quise renovar, solo para de nuevo saborear tus dulces frutos.
Mas tu seca carne ya solo era banquete para los gusanos, me fue negada, pues a mis hermanos no me permito quitarles su justa inmundicia, Así que solo tome para mi un trozo de tu velo el que bañe con la luz de plata y la sangre que aun te quedaba, con ello forme un pálido recinto de suspiros.
Un crimen por el que un cuervo dijo considerarme un igual

A pesar de ello, el viejo sepulturero que me encontró dormido a un lado de tus restos me llamo inhumano…

¡Curioso adjetivo!; ya que a veces se le puede culpar a uno de parecer inhumano, pero jamás he escuchado de alguien que fuese culpado de parecer humano…

¿Porque?, Por que de ser así, todos serian declarados inocentes

Nadie es humano, solo algunos llegaran a ser casi humanos

Yo no llegare a ser de ellos; tampoco es mi intención el serlo

…y sin embargo siguen llamándose a si mismos humanos

¿Acaso no son ciegos?

Nos hemos exiliado de la eternidad y los que no solo están ciegos, si no también mudos, han creado mentiras de duales para ocultar su fracaso eso es la religión, una mentira para ocultar un fracaso.

¡por que se sienten incompletos!

Porque en verdad están incompletos, más aun, están solos,
Solo que no saben que en esa soledad esta su poder y un regalo, tontos, sordos, desperdicios de un sueño olvidado hace ya mucho tiempo…

¡Las hojas seguirán cayendo!

VI

A mi siniestra, una luna color amarillo muerte se alza sobre las negras montañas, su semblante es idéntico a un ojo dominado por la furia, su mirada me resulta insoportable, pero a la vez es como si me llamara…
…un mensaje parece suspirar…

La dama de la melancolía mengua, poderosa es su presencia, innegable regalo, un odio sin igual parece proclamar.
¿Por que me miras así madre?, ¿que reproche podrías tener tu hacia mi?
¿Acaso no sabes cuantas veces he reprimido el deseo homicida que mis manos febriles experimentan ante mis semejantes?, ¿acaso no sabes cuantos se han salvado solo por la imperiosa necesidad de tu consuelo?
¿Qué me puedes reclamar tu a mi?, después de todo somos lo mismo, somos iguales.

Tu te ocultas, cuando yo menguo,
Tu te muestras, cuando yo proclamo mis blasfemas estrofas
Ambos somos sombras que se alzan ardiendo en el negro infinito.

Tu eres una estela, yo soy tu promesa

Esperanza te llaman algunos

¡Ingenuos!

Tu eres la divina desesperanza, la muestra palpable del exilio
y yo seré lo que cause esa desesperanza en sus comprimidos corazones

Sin embargo eres la única dadiva, entre la negrura absoluta de la noche de estrellas muertas que es la locura, aun después de que la negrura de dios se muestre, aun después del fin, aun entonces quedaras sumergida en el éter contemplando el momento del Dragón: ¡Entonces en verdad serás esperanza!

¿Cuál es tu mensaje?...

VII

Torpe Humanidad
de inertes tropas,
de putrefactas aspiraciones.

Torpe Humanidad
de estúpidas añoranzas,
de cruentas hipocresías.

Tope Humanidad
de infinitas mentiras
de profundas lamentaciones.

¡Tan pequeña y tan necia!

El llamado…

Desdoblado queda el vació
Hediendo su condena
La primera promesa

-¡Todo habrá de regresar a mi!

¡Por que todo lo que tiene un principio
habrá de tener también su fin, y este será en mi,
escuchad mi llamado mi condena
mi promesa
la promesa del retorno y el descanso eterno!

¡Oh!, ese negro misterio
Que nos engulle de a poco
desde que lloramos al respirarjavascript:void(0)
el aire fuera de la matriz primordial

Protégete de ignorarlo

¡Y acepta mi regalo!

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