jueves, 29 de julio de 2010

Noche estrellada

Noche estrellada

El cielo se rasgó metálico, el verde nocturno arrasó los últimos colores, y una lechuza revoloteó en círculos; advirtiendo. Pero los ojos necios se mofaron y siguieron su camino. Se ajusto la chaqueta, arreglo su cabello y manejo rápidamente queriendo dejar al tiempo atrás, lográndolo, solo en instantes en que el pesado parpadeo lo incitaban a estrellarse ante el primer bastión de concreto, pero no pudo, su mano es débil, y su sonrisa lo delata, llegó al lugar donde las sombras se apretujaban sin nombre, en aquel apetecible, y mugriento whiskey bar, comenzó pidiendo rondas, una y otra más, todas destinadas a olvidar, pero el destino lastimero obra de maneras insospechadas, y las sendas se cruzaron, de eso nada más se recuerda, todo le quedo nublado en la cabeza retacada de alcohol y resaca malograda, sus brazos estaban lacerados, al parecer había luchado toda la noche, una batalla infernal contra los demonios que dejo escaparse de su retorcida mente, de el podrido y fétido umbral de hierros que es su cabeza. De nuevo se encontró viajando, el tren le dejaba ver la campiña mancillada por la lluvia melancólica del verano, donde el gris se apodera de los cielos y los corazones, llego a la urbe atestada, tan materna, tan cálida en su bullicioso vaivén. Fue a los lugares de siempre, visitó los cafés de antaño, y bebió en el bar de su pasado, “recuerdos”, se preguntaba; solo historias de las vidas, y horizontes destrozados, empinó el último sorbo de vino y la vio en la acera, caminando tan única como solo ella, como su psique la había idealizado; tan perfecta, tan cálida, rebelde, y a la vez frágil, virginal. Apago el cigarrillo en su brazo y corrió a alcanzarla, pero era solo humo, solo una imagen destartalada de la demencia que ahora lo acosaba, se encontraba de nuevo en casa, despertando de sueños que se apresuraban tan reales que lo asfixiaban, donde ella aun estaba a su lado, donde podía abrazarla, y el despertar se volvió en su carga, y cada día pedía alto en el firmamento no abrir los ojos, tenderse a yacer eternamente, sumergido en sueños devorados, y de nuevo la ventana le destrozo el temple, una estrella cayó, regurgitada de la negrura del cosmos, y se desvaneció fulgurante, excitantemente vertiginosa, y las señales le colmaron la coherencia, y así mientras su ser se desvivía en las caricias melancólicas, del ahora un antes inexistente karma, se proyecto de su cuerpo y tomo al astro antes de que este tocara los suelos, y lo atesoro, quedándose con sus estrellas, veladas en el interior de su coraza carmesí, sufriendo el desgarrador fuego fatuo de la ahora: “su estrella onírica”.

miércoles, 28 de julio de 2010

A broken letter

A broken letter

No estoy seguro como empezar esta letra. Como demostrar cosas perdidas en la impureza de los actos, de hombres invirtuosos que se encaminan corruptos en sus caminos, el recuerdo de tu detrimento despedaza mi estabilidad, lo repaso una y otra vez en mi cabeza, sucesos que no debieron pasar, marchitas sean las horas en las que el daño fue hecho, el arrepentimiento ahora no vale nada, el perdón carece de sentido, las elecciones las has tomado ya, y ahora que extirpado he sido de tu vida, y tu memoria, de tu piel y su calor, me voy, no volveré a molestarte jamás oh Venus mía, todo lo que me pediste lo cumpliré, me alejare, pero tu recuerdo habré de atesorar, pues en mis sueños aun deambulamos en la senda, y tu risa sigue iluminando el vacio, me largo ya me quedare con mis estrellas; Todo fue un gran sueño.

sábado, 17 de julio de 2010

Psicotrópico #2 Vol. E

Sueño impuro
imperfecto de los Buda.

Soy el cáliz que se hace sombra
y tu la víspera ferviente de mi exceso.

La difusa lluvia de consagrados templos.

Portadora única de mi aquelarre.

Sirena pagana, en tus labios existe opio
estruendos, ocasos Marroquís, guerreros Turcos
mortuarios territorios de tu Babilónica carne.

Escarlata carne.

Historia de mis insípidos relatos, de mis putas prosas
mal nacidas, mal paridas.

Malvadas poesías.

Trapecista de los obituarios que nace en el ojo absuelto
de la tertulia Americana, manía hortera del pecado imaginario.

Voz oscura de hierba, la madre tierra inhala tu alma.

viernes, 9 de julio de 2010

Psicotrópico #2 Vol. S

Irredenta como la mescalina
escudriñas el mediterráneo valle.

Dramaturga soprána de cientos de vientos novilunios.

Pretzel pequeña ninfa misógina
que éstas luces no palidecen.

Son cosmovisiones eruditas del cosmos
y de las nubes orbitando tu cuerpo.

Macilentas tus bellezas, opulentas tus deidades
traslaciones de tu psicotrópico árabe.

Majoun de curandera, de bruja, de perversa hilaridad.

Sólo clarividencia de revólver egipcio
he visto mi universo infestarse de camellos
de cimitarras y cíclopes del desierto.

Mariposa de obsidiana detén el llanto del laúd.

jueves, 1 de julio de 2010

Psicotrópico #2 Vol. L

Púrpura tormenta sonóra
y rituales de laudáno embellecen
las arenas mordáces de tu endeble existencia.

Cósmica eres
hachís y vaho en el sueño atmosférico
de la segunda luna del Dios Samurai
susurran a tu oído el reflejo líbido de la inconsciente emboscada
por ti practicada.

Desesperada buscaste aliento infrahumano
en vertiginosos recuerdos repletos de tumbas ocres
halos de luz y palíndromes sombríos.

Eres la danza puritana del simbolismo Otománo
morfina ecléctica de sutil engaño.