martes, 23 de diciembre de 2008

El Augurio De Alicante

Sonò una vez la trompeta en la medianoche
y dejò caer su cuerpo sobre la hierba.
La fria ala del sueño cobijò sus pupilas
marcàndolas con el signo de su desdicha.
Mientras que la luna seguìa un curso desafortunado
su lengua comenzò su letanìa marginal.
El presagio convertìa su irreal forma
en la màs pura de las realidades.
Moribundo, protegido sòlo por los entes
recobrò el calor de su sangre, tan intenso como el de un maremoto.
levantòse, cogiò su trompeta e hizo un gesto a la aurora
aquèl castigo enfermizo, le habìa parecido un regalo divino
de algùn dios pervertido.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Espiral


Agitado espiral muévete,
Inclínate hacia donde desplomes...
¡Camina y déjame morir!

Esta vez yo perdí el danzón con él,
aposté el amuleto de mi abuelo,
y las cornetillas que encontré en el mar.
¡Mi mar, mi cielo y mi azafrán!
Abandoné todo por la jugada de Clío
quiero un espiral... la historiografía de tu siglo
¿Dónde dejaste la piedra lunar?
Aquí ni el Sol me calentó cuando amé,
¿Dónde desaliñaste a mi madre?
Hace tiempo que no sé de su seno
ni de su voz...

Alguien me habla,
alguien me quiere gritar,
gime y gime, donde no hay voz
(y la voz no existe)
Alguien me quiere decir un extravío,
gime y gime, donde no hay un eco,
¡El eco ya falleció!
Todo me dice que el espiral cambió de ruta,
el lugar directo para los asadores de los toros,

¿No hay carniceros en el bosque blanco?
Por algo mi viejo mundo me protegió con su esfera,
allí estoy, protegida de los halcones corazón-buitre,
el resplandor de una cuerda oscura se deshace
¿Dónde quedaron las tasas finas de la reina ultramar?
Mírate, rodeáte de quien regresa del casino antiguo
Mira mi fotografía... me ahorca Clío...

“Ya has visto demasiado, tu futuro,
el presente lo has olvidado con el Edén,
anda vuelve, que te necesita tu Secoya”

A volver con la majestuosa necesidad marxista
¿Mis trenes, mis industrias extranjeras?
No gracias, no repetiré lo mismo
¡Y se repite el consuelo de los esclavos!
¿Dónde está nuestra oración gregoriana?
No más cantos latinos sin haberlos soñado,
cantar a una desilución, eso no es música,

¿Y mi esperanza, Clío? Repetimos la misma historia,
cálmate pequeña rebelde, debemos evadir el cinetismo,
seamos diacrónicas, aparte de diantres o dianas...

La pesadilla del némesis despierta ¡Déjame mujer vulgar!
corramos a encontrarte un nuevo rostro,
nos estamos creyendo de las mentiras existencialistas,
¡Que la moral y la verdad son un eco que acaba de revivir!

Alguien me llama,
alguien me alza a la tumba del fonético ruso,
alguien me caza,
gime y canta, gime como aguja de oro,
alguien me despide,
alguien me da la bendición,
gime y gime ¡falleció el dolor!
Ahora regrésame al presente Clío.

Ya viajé demasiado contigo,
a volver en el espiral,
deslizarte en el cielo de barro,
en el agua verde que te quiero verde...
Allá la pantera se hace la inocente
allá... donde todos sonríen
y tienen fe en conocerte como el más alto monte.

Espiral amor frío ¿me quedo contigo?
Nunca sé cuando vivirás a mi lado,
duédate dentro del televisor
para poder mirarte en días diezmo
¡Alguien nos sigue,
Y de un cascabeleo me aniquiló!

Agitado espiral múevete,
Inclínate hacia donde desplomes...
Camina y déjame morir...

domingo, 21 de diciembre de 2008

No queda piedra sobre piedra
Sólo la rota memoria
No quedan ya las ilusiones
Sólo... una pila hecha de eones.

El golpe de tambores se ha ido,
Lejos a tierras aún vivas

Aquí solo renacen las moscas
solo deambulan aun las fatigas

Hojarascas doblemente muertas
Charcos de cenizas mezcladas con arena
Vinos olvidados bajo las tejas

El crujir de la muerte ajena
Resplandor de materia funesta

Lajas todas cubiertas de lágrimas
Estribillo de mis lamentaciones
Lagarto de mente suicida
Un espectro sin limitaciones
Testimonio de nuestras vidas

Se necesita un maestro
Para descifrar la abogacía de las ruinas
Que es como un secuestro

¡Oh, Sol que todo iluminas!
Bajo la sombra de nuestros días
Dime si algún día regresarán nuestras risas
O, como si de polvo fueran se borraran
Nuestras huellas sobre las colinas
Y sólo nuestras ruinas nos sobrevivirán

sábado, 20 de diciembre de 2008

Fragmento Castigo de Venus

— ¡Mátalo!
—Es en contra mi voluntad...
— ¡Mátalo! Cercenéalo hasta que se evoque a su pasado y se arrepienta del puente donde pisó. Quítale cada uno de los recuerdos, los que no he podido olvidar. Ahógalo si quieres, desintégralo e invítale al arrepentimiento. ¡Si lo hizo Virgilio que lo haga entonces Aragón!
— ¿Cómo saber su nombre?
Entonces Dédalo tuvo ataque de remordimientos. Era como si fuese el arma de un pensante imbécil. Reconoció el fugitivo en el Teatro "Purgatorio", en ese evento que nunca quiso ir y fue, por Dana. El rostro de la joven se opacaba, se nublaba en cuatro pertinentes esferas, o más bien, rígidas líneas, negras, zigzageadas o en contornos invisibles. Esas líneas de llanto, odio, amor, alevosía, tal vez rencor... lo más conveniente, rencor. Se hacía pobre, humillada, una bestia, como lo fue Aragón con ella en tiempos invernales...
Allí me tenía entonces la desgraciada, sin saber cómo soltar el coraje que me tenía. Yo inconsciente, claro, ellos no sabían que los escuchaba, yo era el descarado. Sus ojos ráfagas me ardían las nucas y las yemas de los dedos, anteriormente fue una sensación de placer, ahora ni siquiera sé que es lo bueno de la vida. ¡Cómo me burlaba de la imbécil! Pobre niña, pequeña rencorosa e inestable, infantilerías ¡Cómo ese hombre podía andar con esa criatura! Ni yo mismo me explico cómo logré quererla... ¡Ah! Sí, igual el recuerdo de Alemania con la epidemia de ratas... ¡La gente me señaló de culpable! Ni siquiera sabía que hacían pan. Sí... me apoyaron sobre la mesa y allí amenazaron con un hacha... esa mujer me defendió tanto que de agradecimiento le concedí un hijo -¿por qué tuve que mencionarlo?- y su marido ¡Me quería partir en dos! Y ni lo hizo al fin de cuentas... si sobreviví de un herrero ¿Cómo no podré sobrevivir de una doncella?
— ¡Mátalo!
— ¡No lo haré!
— ¡Lo mataré entonces!
Entre el escombro de las llamaradas encontró un pedazo de metal, fundido, en color naranja mar. Se armó de valor y lo poseyó. Sus ojos más iluminados que la lluvia de asteroides se acercó a la víctima anteriormente su verdugo y con el llanto de su corazón -la memoria de que lo quiso- alzó el arma y lo tiró en el estómago del inmortal. El grito fue el impulso para seguir con la tortura.
— ¡¿Estás loca?! ¡Déjalo en paz!
Dédalo la tomó del abdomen y la alejó de su enemigo. Ella pateaba y se rebelaba: quería cumplir con su cometido.
— ¡Deja que lo mate! ¡Él lo hizo cuando fui joven! ¡Deja que yo me encargue...!
— ¡Tú no serás la que pague sus crímenes! ¿Matar al asesino más fuerte de los tiempos! ¡Mil veces se te cargará la cuenta, más de lo que tú crees!
Pobre tonta.
Dédalo la tenía en sus brazos, protegiéndola del demonio. Huyeron del sitio. La consolaba. Lloraba a su lado.
Mientras tanto me deshacía entre las cenizas del pasado... otra vez ella me aniquiló.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Dêsîderium Aeternum

Dêsîderium Aeternum

Seguí su canto profundo en la alborada, los ecos solares que rasgaban el color, partiéndolo cristalizado, ceñido a la nada, la incoherente satisfacción umbilical destruida, el placer aberrante y antitético alzando sus portentos siempre encaminados hacia la orilla de un mar viscoso, un mar muerto que no se comporta, que solo ruge, que solo me enviste, que solo despedaza mi cuerpo aniquilado, que toma mis miembros y los deja flotar levemente, que rosa su espumoso éxtasis sobre mi cara, que algunas veces lleva consigo otros pedazos, retazos de cuerpos, de sueños, de esperanzas nulas, de verdades inequívocas, y universales, pero falsas, faltas de fe y de cordura, simple palabrería atona, simplemente un cuerpo extasiado en el estertor agónico de su partida, una conciencia reminiscente que se cansa de renacer, que decide sentirlo un poco mas, que decide anclar su memoria, y lo logra, solo por poco se le va de entre los dedos acalambrados, cuales tentáculos de su forma primigenia, de su protoexistencia como ser inequívoco del vacío, y asi vive y reanima, proyecta y ensalza sus grandes vidas, sus innumerables ayeres, sus cuantiosos logros, vidas efímeras que no logran asirse a su corazón, uno apertrechado con remaches de oxido flamígero, con alegorías titánicas, con música de silencio, donde la pauta caracol se extiende como su mano yaciente ante el océano, donde su infancia se va arremolinada en el Helter Skelter, donde los lucífugos personajes de su inexiste vida se vuelven famosos, allí acurrucado sosteniendo una Quasi-eterna posición fetal, yaciendo en un charco de liquido amniótico, ahorcándose en su propio cordón, tratando de parar el vasto llano de lagrimas en el que habrá de encarnar, solo para hacerlo otra ves, solo para ser la voluntad de una karmika conciencia, disfrutando este como si fuera su ultimo aliento, como si su energía pudiera al fin descansar y no renacer, no mas!, aun en mil cuerpos habrá de llorar, y amar, y clamar, y tenerla a ella siempre en alto, ella la que nunca lo recoge, la que lo manda a morar de nuevo, a aprender nuevas lenguas, y costumbres. Que daría por ser simple humus en el vacío… lo que daría por ser nada, por se la ola que se lleva su carne, ser la sal que devora sus entrañas, ser el arma que termine con su alma, ese regalo imperecedero que lo ata eterno, seria pues solo un sueño, uno virgen, uno que se devoré a si mismo, y lo termine… hasta las estrellas mueren algún día, podría tal ves ser una, un remolino, una cumbre que se despedazara ante el martillar del tiempo, una nada, debería haber nacido como bruma y perderme antes los rayos de cada sol.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Vaho

Una sílaba se construye, el cuento divino se escribirá otra vez. Un mar, quiero ver el mar.
Si fuera una paloma, me dejaría tomar de los brazos de un águila, aunque sea fría como el pasado inhumano. Un mar. Quiero ver el mar.
Deshazte de los espirales que evitan los pasos. Confía, déjame. Hay un cielo entre dos piernas, y tu mano es más rápida que el ojo de Dios. Deseas llevarme a tu mundo, yo… únicamente quiero ver el mar. ¿Nunca lo has visto con esta mujer de nieve? Quién lo diría. Existe el frío, y no soy la primera en quejarse. Despunta. Toma mi espalda. ¿Enurta,[1] me dejarás como cada luna? Vete a pelear entonces. ¿Quieres llevarme guía maldita de las armas? Yo quiero ver el mar. También quiero verte.

Un blanco en el cielo se disfraza en un egipcio
¿A dónde desea llevarnos?
Quiero danzar esta noche contigo
Hace años que no estamos juntos, Enurta.
¿Dejarás a tu Anat
[2], a cambio de goce personal?

¿A dónde irás a pelear?
¿Dónde irán las reinas de hielo
Cuando el Sol es la tiranía del devenir?

¿Dónde dejaste la piedra solar,
Dónde quedó el egipcio que sacrificaríamos
A cambio de comer nuevamente a la Luna?

Enurta, escucha lo que te suplico. Poséeme, diles a los Utukki[3] que se vayan al demonio. Hazte de esta fertilidad lo que los destellos de septiembre desearan concebir de los martes febrerianos. Con el danzón que nos inventamos podemos causar celos a los suelos de Roma. Mesopotamia nos quiere. Yo te quiero. ¿Y te irás de todos modos, irás por la guerra? Eres cínico. ¿No ves que nos conocimos en una batalla universal? Vamos, muévete, de la frontal hacia la cintura, sin acentos, sin sinalefas que eviten constelaciones. Detén el coagulo de las heladas cicatrices y creamos un tatuaje, la huella que inventará un nuevo pueblo. ¿Quieres hacerlo conmigo? Hace frío, cobíjame.

**
Lárgate. Contábamos las estrellas. Ya no te encuentras en esta cueva donde me evoco al pasado. ¡Lárgate espectro del inframundo! No debes recordarme que tengo una espada. ¿Para qué regresas si ya no eres parte de esta aurora, a dónde quieres llegar, cuando nunca quisiste estar a mi lado? Ya te moriste en tu guerra, y yo gané la partida anterior. Me dejaste el sueño dorado en mi ombligo ¿Qué no pensaste, antes de morir, protegerme de las afueras invernales? Púdrete, muérete las veces que sean necesarias. Muérete. ¿Quieres ver la nada? Me preguntaste. Yo no quiero verte en el espiral negruzco. En el nuevo ciclo de la cuarta reencarnación está un mar. Quiero ver el mar.



[1] Enurta, Dios de la guerra. Mitología Mesopotámica.
[2] Anat. Diosa de la fertilidad y la guerra. Mitología Mesopotámica.
[3] Utukki. Demonios del infierno. Mitología Mesopotámica.

martes, 9 de diciembre de 2008

Nercolepsia IV

Un grifo ensangrentado
Reclama su pétreo trono
Sobre mi olvidada tumba
El óxido de recuerdos
Mella las ruinas
De abandonada melodía
La matanza de los ceros
Ojos amenazantes
Luz de mediodía...


*agradecimientos a Artemisa por las correcciones

domingo, 7 de diciembre de 2008

Tango de Loki


Danzar contigo es como la fa que se desquita. El hálito nos invita hasta retroceder en la siguiente casilla. Levantas el vuelo como pájaro solitario e inicias con la jugada de peón marino. Posees mi mano, la arrebatas de mis brazos y la entrecruzas con las yemas de tus dedos. Inclinas el cuerpo y te mueves con la pieza sin renconres. Dos puntos: la sombra nos observa para encerrarnos en su pesadilla. Siguen los dos puntos, y el cobrizo de tu piel se injerta en mi conciencia, un trasplante de glándula.
La sombra es el recuerdo íntimo de los danzones del siglo pasado. Bailando nos entendemos, y también los rencores se aparecen en el cuadro de la acción. Muévete, me dices, no queremos que esta noche nos detenga la culpa de un amor que nunca fue. Eres el viento de Thor, Loki no te hará nada malo. Lo observas. Desprendes de mi cuerpo tu fría mano y de tu espalda aparece una espada. La desnudas de su guardián y con sincero arrepentimiento te acercas al enemigo. Lo apresas, lo acosas como licántropo y sin suspiros ni ademanes, alzas la espalda hacia la mitad del mundo, y sin desmoronos le trazas el destino que debe llevar en toda su incógnita vida. Desploma, retuerce de dolor... el fuego de su espíritu lo consume a sí mismo.

Armonía, mueves la pieza a tu costado, nos retrocedemos: acordes mágicos. Detienes el paso, me posees de nueva cuenta, te haces de mi mente como si fuese el cofre de Pandora y desarmas el cuerpo frío de esta doncella. La devoras en menos de dos noches y el aplauso concluye con un adiós. Danzar contigo es como destituir a fa. Fue un placer haberte conocido en el tango de Loki.

sábado, 6 de diciembre de 2008

¡Alzaos hijos de la maldición!
Derramad la copa de la victoria
sobre la espalda de la venganza.

Fornicad con la neblina de vuestra perdición

¡Derrotad toda mentira hecha de luz!
Y derrumbad la cúpula celeste,
que al caer, se lamentara
entre el rugir de nuestras risas.

¡Alzaos hijos de la maldición!
Porque somos muchos
Y nuestros puños ensangrentados
derrocaran a los necios
victimas de sopores enlutados

¡Bramad al cielo, alzad la manos,
mirad sonrientes hacia el vacío
y reclamad vuestro verdadero legado!

Tòtem

Tòtem nativo de las alturas ecuatoriales
contingente àspero y terrenal.
La gran rueda del universum es proclamada como su diosa
mientras que el punto exacto de su cosmos pretende mutar
y elevar a criaturas indelebles a la superficie de vishnù.

Aleatoriamente los espasmos abren sus inhumanas verdades
y deciden sepultar a sus cangrejos amarillos
ahora que los actos circenses retiren a la multitud
podrà sentirse la euforia del omkara.

Reducidos a hombres miniatura
las esfèricas llamas arden dentro de sus pieles chamànicas
perdidos en el umbral, la espesura de las bestias
recupera el tamaño de antaño.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Narcolepsia III

Derrumba los estertores
Y vislumbra una estrella
Golpes de chelos persiguiendo tu sombra
…rugen miles de sombras
Jirones de luz aun puedes entrever colgando de la copula cerrada
Sacos todos llenos de miradas
Y rencores inconversos

Gatea hasta la sala paterna de Upsala
Y reclama el manto sideral que pertenece a la sangre divina
Recorre los rincones y los vértices del universo
Porque la verdad se ha sellado

¡Se como el galafante* y proclama el olvido!




*galafate. Ladrón sagaz que roba con arte, disimulo o engaño.