domingo, 28 de agosto de 2011

La febril invasión.

En cuyo homogéneo retrato vaticina la próxima invasión al litoral reminiscente y subleva desorbitadamente las lánguidas aguas con el barrunte magno de su todopoderosa conspiración delictivamente cósmica.
Arbotante y despiadada, la sutil esfera de brisas luneras, roe el paso de las esporas marinas que bajo la grácil tela de su febril manto revisita el tan venerado amparo.
Oráculo, profetízame y póstrate a la natura platónica.
Vocifera y crepita silenciosa en la llana luna imperial que te pertenece, y extravía aquél homogéneo retrato para la próxima invasión.

viernes, 12 de agosto de 2011

Inocuo

Inocuo

Fue un destello, capaz de ensordecer entre la oscuridad del recinto, de ese chapopote que lo abarcaba todo. Supe al verlo, que la estocada era imparable, que el destino había sido dictado hace tanto tiempo, el inevitable acontecer de los sucesos no se vería alterado, mas ese brillo en medio de la profunda lobreguez, designaba esperanza.

Días atrás Susana había desempolvado su vieja chaqueta de cuero, los estoperoles se apretujaban entre ellos para formar una figura inexistente, el polvo se adhería por todos los hombros; la sacudió un poco y la miro con fervor, unas lagrimas no tardaron en recordarle los buenos tiempos, el aire de rebeldía le regreso al semblante, desalineo su perfecta caballera, finamente arreglada por años en un salón, tomo los viejos y roídos jeans, y salto su pequeña figura entre esas botas que le habían hecho deambular en los años dorados, aquellos que no desperdiciaba al son del cigarrillo y el redoble de la bataca, parecía un recuerdo doloroso, se avergonzaba entre memorias pensando en su actual status, imaginando el ridículo que le supondría ser ella de nuevo, mas el abrazador memento de los días le devolvieron la fe. Manejaba con sus discos llenos de rabia y disonancia, de gritos melindrosos y armonías precipitadas al carajo, se miraba en el retrovisor mientras las luces de las farolas pasaban con cadencia militar, se reconocía mas joven, libre, esos lastres que llamaba presente y prejuicio, poco a poco se desvanecían de su endurecida mirada, llega al bar de antaño, aquella esquina mugrienta que solía llamar hogar, donde semana a semana se perdía entre la juerga, la buena compañía, y el amargo sabor de la malta oscura, muchas caras conocidas aguardaban en la entrada, mas no parecían reconocer en su figura, la vieja Susie que reventaba la ciudad, como olvidar cuando incendio los locales en protesta por la guerra, cuando marcho desnuda seguido por una tremenda huelga de hambre ante el congreso, esa Susie quedo atrás, quedaron los años, quedo su tenor, ahora escondida entre un doctorado, pelo recogido y un complaciente esposo que la trata cual fina porcelana china, pero esa no es ella, es solo el producto final de su metamorfosis autoinculcada, esta noche Susie vuelve , se reencuentra con su vieja cuadrilla, sus camaradas recién retornaban de Guatemala, las barbas y el mal olor los acreditaban, habían luchado junto a la insurgencia, veían con cariño y recelo a Susana, como un extraño fetiche que ha escapado del hechicero, queriendo sacar los alfileres de sus cuencas.

Susana llega a casa el alcohol le corre por las venas, la lluvia era tan fuerte que su pelo estaba de nuevo lacio, había dejado las viejas Martins en el porche de su casa y la mezclilla yacía sala adentro, pronto llego Fernando, y la arropó con una bella bata de seda italiana, la observo por un momento, como si la desconociese, pero con la apatía típica de su gran cartera, aparto la mirada y prosiguió navegando en su laptop, Susana camino hacia el espejo, y se reconoció de nuevo, en ropas limpias, puras y alienantes, corrió a la cocina desesperada, regreso al baño, con un agudo filo, un bruñido juez que acabaría por fin con el remedo de coraza que le carcomía la vida, apuntó alto; a la cara, a desfigurar la burla en que se había convertido.

El destello en el baño oscuro, fue una luz esperanzadora, sano las batallas perdidas en el interior de los lamentos, el espejo yacía quebranto, con la imagen distorsionada de una impávida mujer .