domingo, 25 de abril de 2010

Magenta sirena del estoico paisaje

Miramientos y condenas de las terzas olas sedientas
arrivan todas en comunión Babilónica.

He esperado los infortunios de tu demencial canto bajo las piedras carmesí.

Buscado ya las escamas dentro de los pilares de tu encuentro.

Me he encontrado sólo elegías y sopor.

Destierros he visto también, obra del demonio boreal.

Carnicera del instánte, androide gitana del oleaje.

Evoca una vez más al gigante, habitante de la planeta histeria.

Maldito perezco y tú fina gota de menta me oyes ladrar.