Oriun död nuirO
Torpe arrastre y la calle rota, los pies molestos llagados lloran, llaman al descanso, después se vencen, venidos vetustamente en dolor, dogmatico doloso, y la calle infinita lo aborrece, abominable aborigen, que señalado escapa, estoico estupro de su raza, que violenta con su verbo al padre santo, sana sanguijuela de palacetes diesmicos e indulgentes, inadecuadas inadaptancias, que martillan al pusilánime autóctono, autómata autista de lagrimas desérticas; corruptas correosas corridas que deslizan sus mejillas, arrastrando las penurias en la rueda de la quasivida, vieja vid viciosa, vil vituperio vivaracho.
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