Eres la hybris de mi palabrería
Vuelta lacónica y un mármol de arabia
Esculpir en tu nombre la grandeza de las olas
Solo para verlas desquebrajadas en la sutileza de tus voces
De esa boca que a latigazos explica, hiere y lamenta
Eres la hybris de mis elegías
Extraviada cuenca que mi cuerpo encuentra perfecta
Simetría ilusiva, donde las manos necias se abalanzan
Tú, memento de los dioses inexistentes, de mí atormentada psique
El nicho imperecedero de mi fugaz deseo
Eres la hybris de mi lujuria
Beldad cuantiosa que sempiterna marchas sobre mi memoria
Celadora de mi pensamiento astral
Que zozobra entre los recovecos de tu cuerpo
Abdomen de nirvana insospechado, terciopelo vehemente del firmamento de mi onírica estadía
Eres la hybris de mis entrañas
Centellante lumbrera, exquisita aristócrata de oropel y cristalina sabiduría
Y es tu mente que opaca a tu belleza
Y es la musa que batalla con la idealista
Hybris de vertiginosas contradicciones,
A la que estoy condenado a abrazar, hasta que el choque de su ser despedace mi existencia.
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1 comentario:
Lástima que no se puede poner un "me gusta"
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