sábado, 30 de octubre de 2010

Manicomios de Babel, rapsodias de Calcúta y vinos de Dublín.

Diáfana la galaxia se encuentra y deshilvanando cabalmente los tumbos de la sirena corsaria voltea al centro cortesano de la risa onírica que emanan las hojas mordáces de un Chac-mool, Odín o Bukowski perturbado de la memoria y lúgubre esencia de mujer de llama escarlata y olivo manantial. Hasta siempre cordura mia, letargo y locura taciturna. Fenezco! Tan sólo el laúd y el espejo estambulí de las rivieras gobiernan éstas rapsodias tranparentes y naturales de los sonidos de tu falda. Meces tu lejana boca en las elípticas olas de mi razón y caigo inconsciente en los mares profundos del universo de tus ojos.

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