domingo, 15 de agosto de 2010

Libélulas marchitas

Muerte abierta y tristeza errática. Profecía herida de presidentes negros y rosas serenas vuelan profundamente calladas en los muros de la inmundicia terrestre. Alegoría misántropa en la calles de New Orleans y los suburbios aéreos del Be-Bop son ahora sonóras carismas del universo. Manifestaciones Martinlutherianas a la sombra de las libélulas-vampiro come-dólares. Soy el prisma del musulmán y de la dialéctica occidental, carne de mil marchitas lenguas gitanas. Salvajes ruidos del oriente se apoderan de la tiranía sudamericana que permanece inerte al cuidado del caudillo voráz que hoy es derrota amarga de cientos de años.

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