jueves, 12 de marzo de 2009

Testimonio

Prima Nocte

Era negra la Luna como lo era la noche
En que mi ser vislumbro a lo lejos el alba
No un alba matinal, ni la que promete
Tampoco aquella que regala esperanza
¡Alba que regala nepente a mi nocturnal alma!

Frenético aquelarre en que fui bendecido
no por luz ni por agua, no por sangre
si no por la verdad que encierra el Estigio
y que se vislumbra al toque de la locura.
Esa thanica maldición de la negra luna drené...

Por que la luz no calienta ya mi piel
Solo lo hace ya la niebla que la envuelve.
Fantasmales imágenes con sabor a hiel
Que se muestran en la agonía de la razón
Y el manto de la noche, hogar se vuelve

Para los que roncamos profecías
De acero y fuego, los signos funestos
Que vomitan los Ángeles y su Mesías;
Comenzó así el negro día de mi alma
Y de lo que era, solo quedan ya los restos...

No hay comentarios: