Las junglazas riquezas del escondite se han humedecido
Una colonia sin perfume qué apreciar
Pero eso sí, los fantasmas nos rodean
Y me da miedo verle la cara a la Ninfa
La misma que me visita,
Mi luciérnaga maculada
Mi impura nobleza del cual amanezco sin sueños
Pero seguimos en la jungla
Sirviéndonos de whisky en lunares amaneceres
Con los fantasmas, devolviendo la bilis
El amarillento rasgo de mi musa
¿Cómo despertar sin poder dormir en acotaciones?
Trillas, cuartetos sonoros
El ruido inagotable sonoriza mis glándulas
¡Cállense demonios hijos de mierda!
Detener mi selva, humedecer los recuerdos
Secar las espumas de mi hechicera
Si es que no muero en el intento de la obsesión….
¡Y qué soy yo, carajo!
Una bestialidad forma embellecida por el lenguaje
Somnífero, una vuelta por la colina negra
No importar cuán lejos me encuentro de la realidad
Si soy un demonio enfermizo
No hay oraciones…
No hay consuelos
Y esas almas inframundanas me siguen acompañando,
¡Quieren irse o morir por este sueco!
Dijeron la octava opción,
La novena profecía….
Desaparecieron los fantasmas
Pero todavía ella me toma de la pierna
… y mi ninfa, sigue siendo mi pesadilla…
viernes, 31 de octubre de 2008
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