Imperfectos gozos de luna glaciar
asoman su inmaculada pereza,
reciben la más calurosa desventura
que cualquier oveja invertebrada pudiera recibir.
El aullido de la obscena lamida
es bebida en el centro del llano,
y aquél pensar profano
es expulsado de las yagas del brujo protector.
Dan comienzo a la obertura
las riendas de esa mandíbula,
caen como lencerias teñidas
ahorcadas por el muslo fijo de la culebra.
Rosas y púrpuras parvadas
marcan el desdén de su encanto,
la curva de su sexo
se manifiesta místico.
Arcana lujuria que azota
los relieves del profundo deseo de carne
invade mi carne
al necesitar la tuya.
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1 comentario:
HOLA TURCO LEI TU POEMA, QUE BUENO QUE TENGAS UN ESPACIO PARA DESAHOGARTE SIGUE ASI COMO EMPEZASTE.
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